Entre nuestras mascotas existen debido al mal manejo a nivel nutricional, físico o médico, cada vez un número mayor de afecciones a nivel locomotor. Cuando se observan síntomas diversos como inactividad, ruidos articulares, rechazo y dolor al juego, al correr, saltar, cojeras, dificultad de movimiento hasta rigidez y atrofia de tren y extremidades posteriores, podemos estar frente a la frecuente displasia de cadera. Estos síntomas se agudizan con el paso del tiempo.
La displasia de cadera o coxofemoral es un proceso degenerativo donde el fémur no encaja bien en el acetábulo, cavidad de la cadera por diversas razones. Aunque tiene un componente genético y racial, la displasia de cadera puede afectar a todo tipo de perros, aunque es más común que se desarrolle en razas de tamaño grande o gigante, o razas en voga como el bulldog.
La principal causa es el manejo inapropiado sin guía médico veterinaria de las mascotas. En efecto una alimentación del cachorro con alto contenido calórico de carbohidratos y grasas generan un crecimiento rápido y obesidad que lo predispone a sufrir esta malformación de la articulación coxofemoral. Además, el desconocimiento de las razas y necesidades de las mascotas generan ya sea sedentarismo o ejercicios que resienten los huesos en crecimiento. Prácticas de control de natalidad frecuentes como: la quirúrgica generan desequilibrios hormonales que alteran el crecimiento osteoarticular y sobrepesos articulares nocivos por tendencia a la obesidad.
Los tratamientos tradicionales son la cirugía, y en general paliativos tratando de mantener mínimo nivel de dolor posible sin cirugía con antiinflamatorios y condroprotectores, rehabilitación y fisioterapia canina. Estos tratamientos a largo plazo pueden tener inconvenientes por sus efectos secundarios bien conocidos como problemas hepatodigestivos y renales, vómito, gastritis, ulceras, diarreas, disminución o falta de apetito, y disminución del nivel de actividad.
Allí surge la necesidad de generar planes de prevención y tratamiento con terapias seguras, libres de estos efectos indeseables, como la Medicina Antizootóxica. En efecto los tratamientos Antizootóxicos con microdosis seguras que regulan el sistema inmune y el metabolismo permiten mantener la salud de la mascota durante toda su vida. Previene la manifestación de los problemas genéticos con detoxificaciones periódicas al mantener el organismo libre de toxinas de origen externo (aflatoxinas, conservantes, saborizantes, colorantes, químicos) e interno (como los radicales libres promotores de los problemas degenerativos y envejecimiento). Los medicamentos Antizootóxicos son inmunomoduladores por producción de células reguladoras TH3, produciendo citocinas antiinflamatorias y controladoras del dolor, protectoras y regeneradoras de tejidos osteoarticulares, que por su origen interno biológico no generan efectos secundarios. Regulan el metabolismo y la producción hormonal, previniendo y tratando la obesidad y los efectos secundarios poco conocidos de la castración. Además, permiten prevenir los efectos secundarios de las medicinas tradicionales protegiendo las mucosas, hígado y riñón entre otros.
Debe consultarse periódicamente a su Médico Veterinario sobre la alimentación balanceada y el manejo apropiado de sus animales pues las necesidades varían con la edad. Es necesario el compromiso de los propietarios no solo a nivel de condiciones alimenticias, de espacios adecuados, sino principalmente de las necesidades etológicas naturales de juego y ejercicio. Dos paseos diarios de mínimo 45 minutos son suficiente para liberar sus energías, desarrollar su coordinación y socializar. Debe ejercitarse adecuadamente según la edad pues ciertas prácticas como saltos pueden impactar causando daños articulares, especialmente en la etapa de crecimiento. Debe hacerse a horas frescas, pues los perros braquicefálicos como el Bulldog pueden sufrir shock calórico mortal.
En conclusión, podemos ver como la Displasia de cadera y codos son principalmente enfermedades causadas por el mal manejo de sus mascotas y que son tratables y prevenibles con medicamentos Antizootóxicos con seguridad bajo la guía constante de su Médico Veterinario tratante.
Hugo Leiva K.
Director científico.
Línea veterinaria LHA