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¿Dormir con tus mascotas? ¡Descubre la verdad detrás de esta adorable práctica!

En el mes del sueño vamos a hablar de un tema muy controversial. Dormir con mis mascotas, me beneficia o no.

Las personas sienten apego hacia sus mascotas y atribuyen gran importancia a la relación que tienen con ellos. Mascota proviene del francés mascotte, que significa amuleto, se creía que los animales domesticados no solo servían de compañía a sus dueños, sino que además les traían buena fortuna. De ahí que la relación entre mascotas y humanos se haya estrechado a lo largo de los años, a tal punto que hoy son considerados miembros importantes de la familia. Sin embargo, esta relación ha tomado un rumbo que, según algunos expertos puede llegar a ser perjudicial tanto para hombres como para animales. Es tal la importancia del apoyo emocional y social de los animales de compañía que ya se habla de familia multiespecie, o interespecie, que es aquella compuesta por seres humanos y otras especies animales como perros, gatos e incluso algunas otras mascotas no convencionales, como roedores y peces. Estas familias están unidas, no solo por lazos sanguíneos, sino por vínculos afectivos, de dependencia y de responsabilidad que tienden a ser bastante fuertes, con beneficios mutuos, que contribuyen a la creación y mantenimiento de rutinas, para mejorar el nivel de bienestar y salud en general.

El hecho de dormir con la mascota proporciona más seguridad, protección, tranquilidad, tanto para animal como para la persona.

Pueden ayudar a dormir más temprano, especialmente a los niños que deben dormir mínimo 10 horas y a tener hábitos de sueño más regulares. Los animales y perros segregan serotonina (hormona de la felicidad) cuando están cerca o entran en contacto con sus tutores, contribuyendo a que el animal esté más tranquilo en la casa.

La convivencia positiva con mascotas ayuda a mejorar y recuperarse de depresión, dolores musculares, presión arterial, baja el nivel de cortisol, hormona responsable del estrés y enfermedades cardiovasculares. En efecto, la frecuencia del ronroneo del gato, tiene un efecto terapéutico en el cuerpo humano, estimulando el sistema nervioso parasimpático, responsable de disminuir la frecuencia cardíaca y reducir la presión arterial.

Se facilita y es más beneficioso para los perros, pues son animales de manada sociales que al dormir en grupo con tutores con sus alfas, se sienten seguros y protegido… aunque estén domesticados, siempre necesitarán tener contacto con otros canes. Los gatos son más independientes, eusociales y la convivencia es más estrecha que puede afectarles y generarles agresividad por su naturaleza territorial.

Por otro lado, el dormir con animales, también puede presentar múltiples inconvenientes comprobados a nivel emocional y físico. Muchos problemas físicos provienen de problemas emociones, traumas y estrés, por la preocupación hacia la mascota o por el duelo del animal de compañía.

 

Como consecuencia de este fuerte vínculo humano-animal, no es de extrañar que la pérdida de un animal de compañía suponga un impacto negativo para la persona que convivía con él con repercusiones a nivel físico, emocional, social y cognitivo. Puede presentar alteraciones del sueño, falta de apetito, pérdida de peso, depresión, ansiedad, preocupación, soledad, sentimiento de vacío, riesgo de conductas autolesivas o dificultad para concentrarse.

La existencia de un proceso de duelo por la pérdida de un animal es semejable al que tiene lugar con la pérdida de familiares o amistades, puede degenerar en una situación del denominado “duelo complicado”, más intenso y que puede durar años si se deja sin tratar. El aislamiento con la mascota, puede tener un efecto de aislamiento en las relaciones interpersonales con repercusiones sociales. El proyectar las características humanas en los perros o los gatos, la antropomorfización o humanización, generan estrés en el animal por no hacer parte del patrón del comportamiento natural del animal, generando dependencia y malos comportamientos.

Cada vez más animales presentan conductas como agresividad, miedo o ansiedad, todo puede estar derivado de la sobreprotección de sus dueños. Los veterinarios y expertos dicen que la conducta animal puede variar, por humanizar a la mascota, lejos de resultar equilibrada y saludable, despierta en el animal diversas alteraciones.

También manifiesta, problemas sociológicos, las personas que reconocen a sus mascotas como miembros de la familia, como hijos o hermanos, lo hacen como un sustituto de aquellas relaciones humanas ausentes. Pueden ser individuos con carencias afectivas que se proyectan en el animal, exceso de soledad o dificultad para mantener relaciones sociales. Pero también hay moda: la mascota se vuelve un accesorio más que se desecha, maltrata o abandona posteriormente.

Además, el animal, como ser diferente al hombre, tiene características especiales y necesidades diferentes. Un animal debe gozar de buenas condiciones de bienestar si está sano y cómodo, lo que a veces no es posible al no tener espacio propio para dormir. Pueden sentir necesidades de ladrar, comunicarse, lo que puede afectar la calidad de sueño del tutor. Algunos llegan hasta a operar las cuerdas vocales para que no lo hagan.

El hecho que natural e instintivamente pierdan pelo, laman sus genitales, consuman sus heces por deficiencias alimentarias, puede generar enfermedades respiratorias, alergias, parasitismo hasta enfermedades mortales llamadas zoonosis que pueden trasmitirse de animal a hombre.

 

Encontramos parásitos como nematodos y cestodos que se transmiten a través de la ingestión de alimentos contaminados, pulgas o piojos. La cisticercosis, equinococosis, la cenurosis y la esquistosomiasis son tenías de perros y de mini pigs que producen daño y síntomas neurológicos como, convulsiones, cefaleas, cambios de personalidad y deterioro de las funciones mentales.

Están también los parásitos externos, como las pulgas o artrópodos como los ácaros que también afectan a los humanos causándoles alergias. El dormir con el animal, permite que los alérgenos y parásitos de los pelos, puedan quedarse en el colchón y son muy difíciles de limpiar aumentando la incidencia.

Por ello, en gatos por ejemplo, se les corta o hasta se les amputa las uñas, una herramienta fundamental para alimentarse y sobrevivir. Ellos trepan y cazan con ellas. Eso los deja a merced de los peligros…

La asesoría del Médico Veterinario es indispensable para garantizar la salud del animal, para disminuir el riesgo de zoonosis. La medicina Antihomotóxica basada en la utilización de sustancias naturales en microdosis, permite inmunoestimular y controlar parásitos internos y externos sin toxicidad para el tutor.

También es indispensable para la escogencia de la especie, para evitar agresividad y peligro en los niños o personas extrañas al hogar, y así regular la adaptación con medicamentos Antizootóxicos. Así mismo, la medicina Antihomotóxica es segura y efectiva a cualquier edad como complemento para la salud física y mental de las personas.

En conclusión, tener un perro o un gato, dormir con él o no, es una decisión personal, que afectará o beneficiará a la persona según su individualidad. Más que un sustituto, debe ser un complemento de la familia positivo que no traiga más peligros y problemas de salud física y mental. Debe complementarse con el manejo Médico en personas y del médico veterinario en animales para prevenir y controlar problemas físicos, mentales.

 

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